¿La pieza que faltaba o el fuego que sobraba?
¿La pieza que faltaba o el fuego que sobraba?
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En el momento en que todo en la relación se fundamenta en encanto superficial y el flechazo inicial, la relación evoluciona hacia lo corto. Extremadamente fugaz. Igualito que los mini hornos del motel, que apenas dan calor al instante, pero se dañan pronto. Fundamentar una historia exclusivamente en lo superficial, resulta como meter comida en el horno del motel, sirve rapidísimo, aunque se funde sin previo aviso. Cuando todo es físico, la relación se va como llegó. Tal cual. Como el horno del motel, que enciende rápido, pero no aguanta una semana. Una relación que depende del físico, no es más que un electrodoméstico exprés, que parece útil, pero se quema solo. Desde el instante en que el atractivo físico es el centro de el amor, se evapora con el primer viento. Del mismo modo que esos microondas de hotel, que encienden sin pensarlo, pero fallan antes de la segunda vuelta.
¿Y si me la juego mal?
Mi querido tú, meter la pata es natural y necesario. No te reproches si pensaste que era amor eterno y te dejó una enseñanza caminante. A todos nos ha pasado, abrazando un tarro de helado a medianoche, preguntándonos qué nos llevó putas bogotá bonitas a presionar “enviar”.
Y lo bonito es que, ya sea una alma gemela o un amor exprés, todos te revelan una parte de ti, te aclaran lo que no, cómo te reconstruyes. A veces, una persona aparece solo para recordarte, que aún sabes sentir, amar sin garantía.
Reflexión que deja huella como la cafeína en el cuerpo
Si te quedas en silencio, no hay test 100% fiable que te diga si es amor verdadero o solo chispa. Sin embargo, hay pistas. Escucha tu calma, y no solo la mariposa loca. Si el vínculo te nutre sin drenarte, si floreces al lado de esa persona, es posible que hayas encontrado algo con alma.
Por otro lado, si al evocarla, sientes ansiedad, dudas, y el deseo está en la piel pero no en lo profundo, puede que sea solo una historia fugaz con mucho ruido.
El alivio llega cuando aceptas lo que cada vínculo vino a mostrarte. No todos están para quedarse. Unos llegan solo para soltarte el cuerpo, a perder el miedo al ridículo, o a enseñarte cómo se siente lo que no era.
¿Era amor o solo fue intensidad? Tu alma ya lo reconoce, y puede que lo encuentres entre esos textos sin respuesta.